Los cuentos son un recurso que siempre utilizo con los niños y niñas en consulta para trabajar las diferentes problemáticas por las que acuden. Para mí son una herramienta perfecta ya que me permiten hablar y trabajar diferentes aspectos de una forma lúdica y a ellos les encanta.
Es por esto por lo que me parece muy importante hablaros en esta entrada en el blog sobre algunos de los beneficios más importantes de los cuentos infantiles.
Leer cuentos en casa puede ayudaros y ayudarles a trabajar, desarrollar, potenciar y mejorar muchos aspectos importantes para su desarrollo emocional, social y cognitivo.
Contenidos de la entrada
Permite crear un espacio y momentos especiales
Leer cuentos con nuestros peques nos va a permitir compartir momentos muy especiales con ellos, en los que podremos acompañarles a descubrir nuevas historias y aprendizajes.
En ese espacio que habremos creado podremos compartir nuestras vivencias y experiencias, hablar de cosas que nos hayan pasado en el día a día o en el pasado e incluso proyectos a futuro que nos gustaría realizar.
Además, leer es una actividad relajada, que nos puede ayudar a favorecer momentos de calma que podamos disfrutar con ellos al 100%.
¡Seguro que crearéis recuerdos muy valiosos que todos recordaréis en el futuro!
Fomenta el hábito de lectura
Si conseguís instaurar en vuestra rutina diaria la lectura de cuentos estaréis favoreciendo que ellos lo establezcan como un hábito, sobre todo si empezáis a hacerlo desde que son muy pequeños.
Muchos padres me comentan que les resulta complicado que sus hijos lean de forma habitual y más si se trata de los libros que les mandan en el colegio. Algo que os puede ayudar mucho para esto es habituarles desde muy pronto a utilizar un tiempo determinado al día, a ser posible siempre el mismo (por ejemplo, antes de dormir), para leer cuentos que a ellos les gusten y que ellos elijan.
De esta forma, les enseñamos a ser constantes y es una rutina muy valiosa e importante que resulta muy beneficiosa para su desarrollo.
Si además nos ven a nosotros leer habitualmente, es más fácil que ellos lo vean como algo normal y el aprendizaje de este hábito será mayor. ¡Nosotros somos su mayor y mejor modelo a seguir!
Desarrolla el lenguaje y la comunicación
Para que entendáis lo potente que resulta este punto me gustaría hablaros de algo que se llama periodos sensibles (María Montessori). Se trata de unas “ventanas de oportunidades” para aprender algo específico.
En estos periodos sensibles, unos grupos de neuronas están más activos que otros y el niño tiene una predisposición innata para aprender una habilidad o característica. Por lo tanto, si conocemos cuáles son, podremos aprovecharlos para potenciar más su desarrollo y aprendizaje.
En lo que respecta al lenguaje, su periodo sensible abarca desde el nacimiento hasta los 6 años de edad aproximadamente. Dentro del periodo sensible del lenguaje encontramos 3 fases:
- Lenguaje hablado
- Lenguaje escrito
- Lectura
Los cuentos nos permitirán que los niños desarrollen y potencien cada una de estas fases. Entenderán el lenguaje, aprenderán vocabulario, formación de frases, y formas de comunicación e interacción muy importantes para su desarrollo. Aprenderán a reconocer letras, palabras, frases, a leer y a entender el mundo.
Y lo mejor de todo es que este aprendizaje, a través de los cuentos, se puede hacer de una forma muy divertida y amena, con historias que les interesan y les motivan.
Para ello es especialmente importante que los adultos les acompañemos en este proceso, así conseguiremos que puedan exprimir al máximo este recurso. Además, la comunicación e interacción que tengan con nosotros les ayudará en sus relaciones sociales.
Potencia la creatividad e imaginación
En un cuento todo es posible. Leer historias permite a los niños descubrir diferentes mundos, personas y maneras de vivir.
Estos nuevos descubrimientos consiguen que, posteriormente, aprendan a crearlos. A partir de historias conocidas, pueden crear las suyas propias, potenciando su creatividad.
Cuando leen pueden ir imaginándose las historias a través de las ilustraciones, para posteriormente evocarlas sin necesidad de recurrir a las imágenes, únicamente a través de su imaginación.
Ayuda a la identificación y expresión de las emociones: desarrollo de la empatía
Como os decía en el punto anterior, a través de las historias de los cuentos, los niños se acercan a otros mundos, personas, maneras de vivir y también… de sentir.
Existen muchos cuentos que están orientados específicamente a trabajar las emociones, pero, incluso en los cuentos cuyo objetivo principal no sea ese, los personajes les pueden ayudar a identificar las emociones.
A su vez, las vivencias que experimentan esos personajes y cómo se enfrentan a ellas, puede resultar un aprendizaje muy bueno para la expresión de las emociones.
Tanto la identificación como la expresión de las emociones, son aspectos cruciales para el desarrollo de la empatía. En los cuentos los niños pueden aprender a ponerse en el lugar del otro, saber qué pueden sentir y qué necesitan según las circunstancias.
Promueve la transmisión de valores
Por último, y no por ello menos importante, los cuentos también nos permiten transmitir valores como la amistad, la lealtad, la familia, el respeto, la igualdad, la diversidad, la solidaridad, …
Además, al estar orientados a edades concretas, podemos transmitirles estos valores de una forma adecuada, para que todos los niños puedan entenderlos, independientemente de la edad que tengan.
Como habéis podido ver, los cuentos son una herramienta con un enorme potencial para favorecer y reforzar el desarrollo de los niños, de maneras muy diferentes y totalmente lúdicas. Aquí solo os he hablado de algunos de los beneficios más importantes, pero os puedo asegurar que hay muchos más.
Ya sabéis que en mi cuenta de Instagram voy subiendo publicaciones con propuestas de cuentos para trabajar diferentes aspectos asique ¡os animo a que le echéis un vistazo!
Quizás podáis aprovechar que las navidades están a punto de llegar para incluir un cuento entre los regalos que hagáis, será un acierto seguro. 🙂